Valoración literaria de la obra «El callejón de los milagros» de Naguib Mahfuz por el club de lectura de la Biblioteca
La pasada semana el Club de Lectura «La Hierbita» se reunía en la Biblioteca para hablar y compartir la experiencia lectora de la obra «El callejón de los milagros» del escritor egipcio Naguib Mahfuz (1911-2006) Premio Nobel de Literatura en 1988.
Destacamos la valoración literaria y recomendación del Club de Lectura que forma parte del proyecto: El Club te recomienda.
“Las glorias pasadas” duermen entre antigüedades y los expresivos arabescos
pintados en sus muros.No obstante «El callejón de los milagros» “ tiene vida
propia”. ”Raíces conectando con un mundo profundo””Secretos muy antiguos”.
Entre las tiendas ,el Gran Bazar,la barbería ,el Café Kirsha
,lugar de las tertulias. Se fuma narguile.Se bebe té...Y más,mucho más ocurre en
este sitio de El Cairo donde la vida es contada,criticada y soportada desde “la luz del AMOR” que es la fe. Una fe
sobre la que se entretejen día a día vínculos teñidos por mandatos y
tradiciones.El lugar de la mujer, los hijos, los amigos, el amor y los sueños se
nos muestran en su más encendida profundidad. Tal vez por ello resulta
contradictorio, desde mi mirada, que la narrativa del autor sea demasiado simple. Me pregunto
(es la primera vez que lo leo) si es su estilo o una forma despojada de
hablarnos para que cada protagonista sea el encargado de llevarnos a lo más
íntimo de su mundo.
Diría que esta novela es para quienes deseen sentir que están ahí .Porque
no se tarda en ser transportados a su suelo empedrado mientras se camina entre mendigos por un callejón. Ambientes donde percibimos el calor
de braceros, el olor de libros amarillentos, sentados en los sofás de los
rincones apenas iluminados. El hachís se impone como un símbolo más de esta
pequeña comunidad. Algunos pies y sólo algunos, acarician alfombras persas
testigos de épocas mejores. Naguib Mahfuz logra hacernos sentir cómo casi
todos sus personajes, el agobio de vivir en este callejón, encerrado entre tres
paredes donde se hace imprescindible creer que existen los milagros.
Graciela
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